psicologia social
lunes, 10 de diciembre de 2012
jueves, 29 de noviembre de 2012
miércoles, 28 de noviembre de 2012
ENSAYO SOBRE TRATA DE PERSONAS
LA TRATA DE PERSONAS
La trata de personas, es conocida como la esclavitud del siglo XXI.
Se le conoce también como la actividad de una persona, relacionada con el proceso de captación de una persona, amenazándola para doblegar su consentimiento, es por ello que se debe romper una serie de paradigmas, como aquello de considerar la prostitución como el trabajo más antiguo o vinculado con el uso de la sexualidad como un comercio,
pues el cuerpo humano no es una mercancía; por un lado se nos inculca el
respeto a la dignidad humana.
En mucho de los casos no es en realidad prostitución sino
trata de personas, es decir, las mujeres y hombres sometidos a la explotación sexual
sin su consentimiento.
Se tiene que trabajar a niveles macro en prevención modificando paradigmas. También
se debe luchar contra la idea del padrinazgo, es decir el traslado de niños de
la sierra a la costa para darles una mejor educación, pero son sometidos a la
esclavitud o servidumbre.
Este delito no solo debe verse en el los códigos, sino
también en tratados internacionales, que regulan los derechos humanos; además,
nuestro país a incorpora en su legislación estos tratados, por lo tanto tienen carácter
obligatorio.
Muchas veces se confunde el delito de la trata de personas
con otros delitos; pues no se comprende el tipo penal y esto podría generar
niveles de impunidad.
En muchas ocasiones, se cree que en el Perú no existe la
trata de personas, puesto que no existen muchas denuncias, pero esto se debe a
que las víctimas son amenazadas ya que el sujeto activo puede mostrar fotografías
o videos de la víctima a sus familiares,, es por esta razón que no existen
denuncias ante la trata de personas.
Por otro lado nuestro país muchas veces acoge a las víctimas
de la trata de personas, ya que en América Latina y el Caribe hay un millón de
personas que son víctimas de la trata de personas y un 90% de estas personas
son mujeres y niñas por lo tanto se puede decir que tiene que ver mucho el
género.
El bien jurídico que se protege en la trata de personas es
la dignidad de la persona y el respeto absoluto a ella, por tanto este delito
es considerado execrable, es por ello que se debe tomar conciencia y deben
existir entidades donde protejan a las víctimas de este delito.
Es por esa razón que debemos llevar a colación esto: el
padre no debe sentirse orgulloso cuando su hijo acude a un prostíbulo creyendo así
que está confirmando su hombría porque podría ser que este apoyando al delito
de la trata de personas.
Tanto el tráfico de órganos y tejidos, la venta de niños, la
servidumbre; está dentro de la trata de personas y es un delito muy lucrativo
es por ello que debe darse una pena drástica.
Se debe romper con todos los paradigmas y tomar conciencia
acerca de los alcances de este delito.
miércoles, 21 de noviembre de 2012
EL RINCON DE HAIKA
La violencia de
género y el amor romántico
El amor romántico es la
herramienta más potente para controlar y someter a las mujeres, especialmente
en los países en donde son ciudadanas de pleno derecho y donde no son, legalmente,
propiedad de nadie. Son muchos los que saben que combinar el cariño con el
maltrato hacia una mujer sirve para destrozar su autoestima y provocar su
dependencia, por lo tanto utilizan el binomio maltrato-buen trato para
enamorarlas perdidamente y así poder domarlas.
“Por amor” las mujeres nos
aferramos a situaciones de maltrato, abuso y explotación. “Por amor” nos
juntamos con tipos horrendos que al principio parecen príncipes azules, pero
que luego nos estafan, se aprovechan de nosotras, o viven a costa nuestra. “Por
amor” aguantamos insultos, violencia, desprecio. Somos capaces de humillarnos
“por amor”, y a la vez de presumir de nuestra intensa capacidad de amar. “Por
amor” nos sacrificamos, nos dejamos anular, perdemos nuestra libertad, perdemos
nuestras redes sociales y afectivas. “Por amor” abandonamos nuestros sueños y
metas, “por amor” competimos con otras mujeres y nos enemistamos para siempre,
“por amor” lo dejamos todo…
Este “amor” nos convierte en seres dependientes y egoístas, porque
utilizamos estrategias para conseguir lo que anhelamos, porque nos enseñan que
una da para recibir, y porque esperamos que el otro “abandone el mundo” del
mismo modo que nosotras lo hacemos. Es tanto el “amor” que sentimos que nos
convertimos en seres amargados que vomitan diariamente reproches y reclamos.
Si alguien no nos ama como amamos nosotras, este “amor” nos hace
victimistas y chantajistas (“yo que lo doy todo por ti”). Este “amor” nos lleva
a los infiernos cuando no somos correspondidas, o cuando nos son infieles, o
cuando nos abandonan: porque cuando nos hemos dado cuenta, estamos solas en el
mundo, alejadas de amigas y amigos, familiares o vecinos, pendientes de un tipo
que se cree con derecho a decidir por nosotras.
Por eso este “amor” no es amor.
Es dependencia, es necesidad, es miedo a la soledad, es un conjunto de mitos,
pero no es amor.
Toda esta contención se rompe
cuando la esposa decide separarse e iniciar sola su propio camino. Como en
nuestra cultura vivimos el divorcio como un trauma total, las herramientas de
las que disponen los varones son pocas: pueden resignarse, deprimirse,
autodestruirse (algunos se suicidan, otros se enzarzan en alguna pelea a
muerte, otros conducen a toda velocidad en sentido contrario), o reaccionar con
violencia contra la mujer que dicen amar.
Ahí es cuando entra en juego la maldita cuestión del “honor”, el máximo
exponente de la doble moral: los hombres de manera natural persiguen hembras,
las hembras deben morir asesinadas si acceden a sus deseos. Para los hombres
tradicionales, la virilidad y el orgullo están por encima de cualquier meta: se
puede vivir sin amor, pero no sin honor.
Millones de mujeres mueren a
diario por “crímenes de honor” a manos de sus maridos, padres, hermanos,
amantes, o por suicidio (obligadas por sus propias familias). Los motivos:
hablar con un hombre que no sea tu marido, ser violada, o querer divorciarse.
Un solo rumor puede matar a cualquier mujer. Y estas mujeres no pueden
emprender una vida propia fuera de la comunidad: no tienen dinero, no tienen
derechos, no son libres, no pueden trabajar fuera de casa. No hay forma de
escapar.
Las mujeres que sí gozan de
derechos, sin embargo, también se ven atrapadas en sus relaciones matrimoniales
o sentimentales. Mujeres pobres y analfabetas, mujeres ricas y cultivadas: la
dependencia emocional femenina no distingue entre clases sociales, etnias,
religiones, edad u orientación sexual. Son muchas en todo el planeta las
mujeres que se someten a la tiranía del “aguante por amor”.
El amor romántico es, en este
sentido, una herramienta de control social, y también un anestesiante. Nos lo
venden como una utopía alcanzable, pero mientras vamos caminando hacia ella,
buscando la relación perfecta que nos haga felices, nos encontramos con que el
mejor modo de relacionarse es perder la libertad propia, y renunciar a todo con
tal de asegurar la armonía conyugal.
Es vital que entendamos que el
amor ha de estar basado en el buen trato y en la igualdad. Pero no solo hacia
el cónyuge, sino hacia la sociedad entera. Es fundamental establecer relaciones
igualitarias en las que las diferencias sirvan para enriquecernos mutuamente,
no para someternos unos a otros. Es también esencial empoderar a las mujeres
para que no vivamos sujetas al amor, y también enseñar a los hombres a
gestionar sus emociones para que puedan controlar su ira, su impotencia, su
rabia, y su miedo, y para que entiendan que las mujeres no somos objetos
personales, sino compañeras de vida.
El amor no puede estar basado en
la propiedad privada, y la violencia no
puede ser una herramienta para solucionar problemas. Las leyes contra la
violencia de género son muy importantes, pero han de ir acompañadas de un
cambio en nuestras estructuras emocionales y sentimentales. Para que ello sea
posible, tenemos que cambiar nuestra cultura y promover otros modelos amorosos
que no estén basados en luchas de poder para dominarnos o someternos. Otros
modelos femeninos y masculinos que no estén basados en la fragilidad de unas y
la brutalidad de otros.
Tenemos que aprender a romper con
los mitos, a deshacernos de las imposiciones de género, a dialogar, a disfrutar
de la gente que nos acompaña en el camino, a unirnos y separarnos en libertad,
a tratarnos con respeto y ternura, a asimilar las pérdidas, a construir
relaciones bonitas. Tenemos que romper con los círculos de dolor que heredamos
y reproducimos inconscientemente, y tenemos que liberar a mujeres, a los
hombres y a los que no son ni una cosa ni otra, del peso de las jerarquías, de
la tiranía de los roles, y de la violencia.
Coral Herrera Gómez
viernes, 16 de noviembre de 2012
TE DOY MIS OJOS: PELICULA
Resumen
Es la
historia de un matrimonio en el que la mujer es maltratada por su marido. Ella
se va a casa de su hermana llevando consigo a su hijo. Intenta ser feliz y
probar cosas nuevas pero recibe constantemente regalos de su marido. De nuevo,
vuelve a caer en sus brazos y regresa a casa con él. Éste, que va al psicólogo,
le promete cambiar. Sin embargo, el amor que le demuestra durante su
separación, pronto acaba. Él sigue sin controlar su ira y descargándola sobre
ella. Ella quiere trabajar y probar suerte en otros lugares pero él lo califica
de tonterías y piensa que ella quiere ir a trabajar para relacionarse con
hombres. Finalmente, tras una última humillación, decide irse de casa con su
hijo y rehacer su vida lejos de él
Comentario
Normalmente las mujeres decimos querer a un hombre en demasía, sin
darnos cuenta que podemos hacer daño; y muchas veces seguimos, con nuestras
parejas porque creemos amarlos y que ellos corresponden de esa mimas manera amándonos
pero a su modo claro. Es más difícil engañar a una mujer con cierta artimaña
los hombres, saben muy bien cómo hacer, sin que una mujer se dé cuenta
En el caso de la película, la chica sabía muy bien que la relación no era buena, pero ella
creía que su esposo la amaba, existe un
gran detalle en la película. A la madre de la chica le paso exactamente lo
mismo y ella odiaba a su padre por la forma en como trataba a su madre, pero aun
así permitió que pisotearan su dignidad como persona.
Ninguna persona es nadie para negarnos nuestra libertad. Toda persona
tiene derecho a la intimidad, la libertad, el mandar sobre sí misma, dirigir su
vida, no vivir con miedo; en una palabra, dignidad. Una persona que trata a
otra como una posesión sobre la que descargar su ira; una persona que vigila a
otra continuamente esperando ver algo que no le gusta para tener una discusión;
una persona que infravalora a otra y que no la apoya a la hora de hacer algo
nuevo; una persona que humilla; una persona que culpa a otra de sus males; una
persona que pega, una persona así no merece respeto, ni ser valorada, ni
libertad.
No somos la posesión de nadie, ni nadie es nuestro amo.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
SANG WOO Y SU ABUELA
SANG WOO Y SU ABUELA
Un caprichoso y egoísta niño de
siete años criado en la ciudad se ve obligado, a convivir durante un mes con su
abuela, una entrañable anciana que vive sola en el campo en una casa cercana a
una aldea donde los avances tecnológicos de la sociedad moderna no parecen
haber llegado.
Al principio, la relación entre
ambos será difícil, ya que el pequeño Sang-Woo se resistirá a un cambio de
hábitos que no le complacen, mientras su abuela intenta hacer todo lo posible
por contentarlo. El rechazo inicial del niño hacia su abuela se irá tornando
poco a poco, conforme compartan experiencias, en una relación de amistad y
compromiso.
Una y otra vez, éste le jugará
malas pasadas, como esconderle los zapatos para que tenga que andar por el
bosque descalza o romperle un valioso jarrón; y una y otra vez ella lo asumirá
y seguirá luchando por contentarlo.
Finalmente sang-woo se da cuenta
que nunca se sintió tan protegido como antes la abuela le transmitía todo el
amor que no lo hacia su madre y le demostró
que aunque el la trataba mal, ella estaría siempre para el cuidándolo y protegiéndolo,
esa enseñanza fue canalizada por el niño hasta tal punto que antes de regresar
con su madre él le dejo algunas cosas que la abuela no podía hacer sola como hilvanar
la aguja y tarjetas escritas y dibujadas para que se las envíe al niño para que
este se asegure que la abuela estaría bien en todo momento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)