miércoles, 28 de noviembre de 2012

ENSAYO SOBRE TRATA DE PERSONAS

 
LA TRATA DE PERSONAS
 
La trata de personas, es conocida como la esclavitud del siglo XXI.
 
Se le conoce también como la actividad de una persona, relacionada con el proceso de captación de una persona, amenazándola para doblegar su consentimiento, es por ello que se debe romper una serie de paradigmas, como aquello de considerar la prostitución como el trabajo más antiguo o vinculado con el uso de la sexualidad como un comercio, pues el cuerpo humano no es una mercancía; por un lado se nos inculca el respeto a la dignidad humana.
En mucho de los casos no es en realidad prostitución sino trata de personas, es decir, las mujeres y hombres sometidos a la explotación sexual sin su consentimiento.
Se tiene que trabajar a niveles  macro en prevención modificando paradigmas. También se debe luchar contra la idea del padrinazgo, es decir el traslado de niños de la sierra a la costa para darles una mejor educación, pero son sometidos a la esclavitud o servidumbre.
Este delito no solo debe verse en el los códigos, sino también en tratados internacionales, que regulan los derechos humanos; además, nuestro país a incorpora en su legislación estos tratados, por lo tanto tienen carácter obligatorio.
Muchas veces se confunde el delito de la trata de personas con otros delitos; pues no se comprende el tipo penal y esto podría generar niveles de impunidad.
En muchas ocasiones, se cree que en el Perú no existe la trata de personas, puesto que no existen muchas denuncias, pero esto se debe a que las víctimas son amenazadas ya que el sujeto activo puede mostrar fotografías o videos de la víctima a sus familiares,, es por esta razón que no existen denuncias ante la trata de personas.
Por otro lado nuestro país muchas veces acoge a las víctimas de la trata de personas, ya que en América Latina y el Caribe hay un millón de personas que son víctimas de la trata de personas y un 90% de estas personas son mujeres y niñas por lo tanto se puede decir que tiene que ver mucho el género.
El bien jurídico que se protege en la trata de personas es la dignidad de la persona y el respeto absoluto a ella, por tanto este delito es considerado execrable, es por ello que se debe tomar conciencia y deben existir entidades donde protejan a las víctimas de este delito.
Es por esa razón que debemos llevar a colación esto: el padre no debe sentirse orgulloso cuando su hijo acude a un prostíbulo creyendo así que está confirmando su hombría porque podría ser que este apoyando al delito de la trata de personas.
Tanto el tráfico de órganos y tejidos, la venta de niños, la servidumbre; está dentro de la trata de personas y es un delito muy lucrativo es por ello que debe darse una pena drástica.
Se debe romper con todos los paradigmas y tomar conciencia acerca de los alcances de este delito. 
 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

EL RINCON DE HAIKA


La violencia de género y el amor romántico

El amor romántico es la herramienta más potente para controlar y someter a las mujeres, especialmente en los países en donde son ciudadanas de pleno derecho y donde no son, legalmente, propiedad de nadie. Son muchos los que saben que combinar el cariño con el maltrato hacia una mujer sirve para destrozar su autoestima y provocar su dependencia, por lo tanto utilizan el binomio maltrato-buen trato para enamorarlas perdidamente y así poder domarlas.
“Por amor” las mujeres nos aferramos a situaciones de maltrato, abuso y explotación. “Por amor” nos juntamos con tipos horrendos que al principio parecen príncipes azules, pero que luego nos estafan, se aprovechan de nosotras, o viven a costa nuestra. “Por amor” aguantamos insultos, violencia, desprecio. Somos capaces de humillarnos “por amor”, y a la vez de presumir de nuestra intensa capacidad de amar. “Por amor” nos sacrificamos, nos dejamos anular, perdemos nuestra libertad, perdemos nuestras redes sociales y afectivas. “Por amor” abandonamos nuestros sueños y metas, “por amor” competimos con otras mujeres y nos enemistamos para siempre, “por amor” lo dejamos todo…
Este “amor” nos convierte  en seres dependientes y egoístas, porque utilizamos estrategias para conseguir lo que anhelamos, porque nos enseñan que una da para recibir, y porque esperamos que el otro “abandone el mundo” del mismo modo que nosotras lo hacemos. Es tanto el “amor” que sentimos que nos convertimos en seres amargados que vomitan diariamente reproches y  reclamos.  Si alguien no nos ama como amamos nosotras, este “amor” nos hace victimistas y chantajistas (“yo que lo doy todo por ti”). Este “amor” nos lleva a los infiernos cuando no somos correspondidas, o cuando nos son infieles, o cuando nos abandonan: porque cuando nos hemos dado cuenta, estamos solas en el mundo, alejadas de amigas y amigos, familiares o vecinos, pendientes de un tipo que se cree con derecho a decidir por nosotras.
Por eso este “amor” no es amor. Es dependencia, es necesidad, es miedo a la soledad, es un conjunto de mitos, pero no es amor.
Toda esta contención se rompe cuando la esposa decide separarse e iniciar sola su propio camino. Como en nuestra cultura vivimos el divorcio como un trauma total, las herramientas de las que disponen los varones son pocas: pueden resignarse, deprimirse, autodestruirse (algunos se suicidan, otros se enzarzan en alguna pelea a muerte, otros conducen a toda velocidad en sentido contrario), o reaccionar con violencia contra la mujer que dicen amar.  Ahí es cuando entra en juego la maldita cuestión del “honor”, el máximo exponente de la doble moral: los hombres de manera natural persiguen hembras, las hembras deben morir asesinadas si acceden a sus deseos. Para los hombres tradicionales, la virilidad y el orgullo están por encima de cualquier meta: se puede vivir sin amor, pero no sin honor.
Millones de mujeres mueren a diario por “crímenes de honor” a manos de sus maridos, padres, hermanos, amantes, o por suicidio (obligadas por sus propias familias). Los motivos: hablar con un hombre que no sea tu marido, ser violada, o querer divorciarse. Un solo rumor puede matar a cualquier mujer. Y estas mujeres no pueden emprender una vida propia fuera de la comunidad: no tienen dinero, no tienen derechos, no son libres, no pueden trabajar fuera de casa. No hay forma de escapar.
Las mujeres que sí gozan de derechos, sin embargo, también se ven atrapadas en sus relaciones matrimoniales o sentimentales. Mujeres pobres y analfabetas, mujeres ricas y cultivadas: la dependencia emocional femenina no distingue entre clases sociales, etnias, religiones, edad u orientación sexual. Son muchas en todo el planeta las mujeres que se someten a la tiranía del “aguante por amor”.
El amor romántico es, en este sentido, una herramienta de control social, y también un anestesiante. Nos lo venden como una utopía alcanzable, pero mientras vamos caminando hacia ella, buscando la relación perfecta que nos haga felices, nos encontramos con que el mejor modo de relacionarse es perder la libertad propia, y renunciar a todo con tal de asegurar la armonía conyugal.
Es vital que entendamos que el amor ha de estar basado en el buen trato y en la igualdad. Pero no solo hacia el cónyuge, sino hacia la sociedad entera. Es fundamental establecer relaciones igualitarias en las que las diferencias sirvan para enriquecernos mutuamente, no para someternos unos a otros. Es también esencial empoderar a las mujeres para que no vivamos sujetas al amor, y también enseñar a los hombres a gestionar sus emociones para que puedan controlar su ira, su impotencia, su rabia, y su miedo, y para que entiendan que las mujeres no somos objetos personales, sino compañeras de vida.
El amor no puede estar basado en la propiedad privada,  y la violencia no puede ser una herramienta para solucionar problemas. Las leyes contra la violencia de género son muy importantes, pero han de ir acompañadas de un cambio en nuestras estructuras emocionales y sentimentales. Para que ello sea posible, tenemos que cambiar nuestra cultura y promover otros modelos amorosos que no estén basados en luchas de poder para dominarnos o someternos. Otros modelos femeninos y masculinos que no estén basados en la fragilidad de unas y la brutalidad de otros.
Tenemos que aprender a romper con los mitos, a deshacernos de las imposiciones de género, a dialogar, a disfrutar de la gente que nos acompaña en el camino, a unirnos y separarnos en libertad, a tratarnos con respeto y ternura, a asimilar las pérdidas, a construir relaciones bonitas. Tenemos que romper con los círculos de dolor que heredamos y reproducimos inconscientemente, y tenemos que liberar a mujeres, a los hombres y a los que no son ni una cosa ni otra, del peso de las jerarquías, de la tiranía de los roles, y de la violencia.
Coral Herrera Gómez

viernes, 16 de noviembre de 2012

TE DOY MIS OJOS: PELICULA

 
Resumen
 
 
 
Es la historia de un matrimonio en el que la mujer es maltratada por su marido. Ella se va a casa de su hermana llevando consigo a su hijo. Intenta ser feliz y probar cosas nuevas pero recibe constantemente regalos de su marido. De nuevo, vuelve a caer en sus brazos y regresa a casa con él. Éste, que va al psicólogo, le promete cambiar. Sin embargo, el amor que le demuestra durante su separación, pronto acaba. Él sigue sin controlar su ira y descargándola sobre ella. Ella quiere trabajar y probar suerte en otros lugares pero él lo califica de tonterías y piensa que ella quiere ir a trabajar para relacionarse con hombres. Finalmente, tras una última humillación, decide irse de casa con su hijo y rehacer su vida lejos de él
 
 
 
 
Comentario
 


Normalmente las mujeres decimos querer a un hombre en demasía, sin darnos cuenta que podemos hacer daño; y muchas veces seguimos, con nuestras parejas porque creemos amarlos y que ellos corresponden de esa mimas manera amándonos pero a su modo claro. Es más difícil engañar a una mujer con cierta artimaña los hombres, saben muy bien cómo hacer, sin que una mujer se dé cuenta
En el caso de la película, la chica sabía muy  bien que la relación no era buena, pero ella creía que su esposo  la amaba, existe un gran detalle en la película. A la madre de la chica le paso exactamente lo mismo y ella odiaba a su padre por la forma en como trataba a su madre, pero aun así permitió que pisotearan su dignidad como persona.
Ninguna persona es nadie para negarnos nuestra libertad. Toda persona tiene derecho a la intimidad, la libertad, el mandar sobre sí misma, dirigir su vida, no vivir con miedo; en una palabra, dignidad. Una persona que trata a otra como una posesión sobre la que descargar su ira; una persona que vigila a otra continuamente esperando ver algo que no le gusta para tener una discusión; una persona que infravalora a otra y que no la apoya a la hora de hacer algo nuevo; una persona que humilla; una persona que culpa a otra de sus males; una persona que pega, una persona así no merece respeto, ni ser valorada, ni libertad. No somos la posesión de nadie, ni nadie es nuestro amo.

 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

SANG WOO Y SU ABUELA

SANG WOO Y SU ABUELA

Un caprichoso y egoísta niño de siete años criado en la ciudad se ve obligado, a convivir durante un mes con su abuela, una entrañable anciana que vive sola en el campo en una casa cercana a una aldea donde los avances tecnológicos de la sociedad moderna no parecen haber llegado.

Al principio, la relación entre ambos será difícil, ya que el pequeño Sang-Woo se resistirá a un cambio de hábitos que no le complacen, mientras su abuela intenta hacer todo lo posible por contentarlo. El rechazo inicial del niño hacia su abuela se irá tornando poco a poco, conforme compartan experiencias, en una relación de amistad y compromiso.

Una y otra vez, éste le jugará malas pasadas, como esconderle los zapatos para que tenga que andar por el bosque descalza o romperle un valioso jarrón; y una y otra vez ella lo asumirá y seguirá luchando por contentarlo.

Finalmente sang-woo se da cuenta que nunca se sintió tan protegido como antes la abuela le transmitía todo el amor que no  lo hacia su madre y le demostró que aunque el la trataba mal, ella estaría siempre para el cuidándolo y protegiéndolo, esa enseñanza fue canalizada por el niño hasta tal punto que antes de regresar con su madre él le dejo algunas cosas que la abuela no podía hacer sola como hilvanar la aguja y tarjetas escritas y dibujadas para que se las envíe al niño para que este se asegure que la abuela estaría bien en todo momento.